Los brujos chilotes, a diferencia de los de otras regiones del mundo,son en su mayorìa varones.
Forman una instituciòn secreta y clandestina compuesta en su mayorìa por indìgenas. estàn bajo la direcciòn de un Consejo Supremo o Mayorìa, presidido por el Buta ( Grande o Mayor de los brujos) , que controla las actividades de sus subordinados desde la Cueva.
La Cueva es un sitio de reuniòn de los brujos.Està al cuidado del Invunche, que solo permite la entrada a los miembros dee la Instituciòn, una vez que ellos le han dado el santo y seña, hecho con una gran reverencia y un òsculo en el ano( este tipo de beso se encuentra consignado en la brujerìa europea, que lo practicaba, en la persona del demonio, que se aparecìa bajo la forma de Macho Cabrìo(Dr. Bernardo Quintana, 1972)
La Cueva principal de la brujerìa chilota o Cueva Mayor, està ubicada en las cercanìas de Quicavì.
Los aspirantes a brujos aprenden la profesiòn guiados por un brujo de experiencia.
Hasta hace algunos lustros se hablaba en Huelmo de los brujos de la isla Guar. Se decìa que acostumbraban hacer vuelos nocturnos hacia esa localidad. Un viejo campesino contò que ese lugar habitaba un hombre solitario, tenido por brujo. El mismo lo habìa visto una noche llegar volando desde Guar y descender en una colina donde se habìa transformado en una cabra negra.
La creencia que los brujos son los causantes de toda clase de dolencias, subsiste todavìa, especialmente entre el pueblo aborigen. Por ello han sido objeto de represalias y persecusiones, incluso judiciales. En Abril de 1880, la Intendencia de Chiloè ordenò el arresto de todos los individuos reputados de hechiceros o brujos.
Fruto de este esfuerzo, las càrceles se llenaron y comenzò un largo proceso judicial conocido como el Proceso a loa Brujos de Chiloè (M. Romo, 1989 ).
Y al respecto, Narciso Garcìa B. dice : Cabe recordar, aunque sea en pocas lìneas, la ensañada campaña de escarmiento llevada a cabo hace pocas decenas de años en algunos juzgados de Chiloè, en contra de los Brujos. Tambien estos tuvieron en su propia tierra su Ley Maldita. Fuè una cruzada masuva desencadenada en contra de los descendientes de indìgenas especialmente. Bastaba decir que una persona practicaba la brijerìa para arrastrarla a las càrceles de Achao y Ancud.
Ricardo Latchman, en su libro La Organizaciòn Sociasl y Creencias religiosas de los Antiguos Mapuches, pag. 561, 1924 escribe: Al momento de entregar este estudio a la prensa, encontramos en uno de los diarios de Santiago, una relaciòn, copiada de periòdicos de Osorno, referente a un caso de supuesta brujerìa y su castigo por los indios, que sucediò en pleno año 1923.
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